martes, 29 de julio de 2008

Radio Corazón


En mi interior existe una estación de radio, donde mi corazón es DJ Cuore. Me despierta con su programación de canciones instrumentales, Glen Miller, Ray Coniff, Clayderman o Silvetti me sacan lentamente del más profundo sueño. Camino al trabajo lanza rolas rockeras, desde hard rock hasta heavy metal; The Doors, The Hollies, Bill Halley y sus cometas son la banda sonora perfecta. A media mañana mi eter lo invade la pleyade de astros de la música clasica; Bach, Mozart, Beethoven, Bizet, los Strauss, Ravel; sin faltar Tchaikovsky. Se pone culto el DJ Coure y manda mi alma a una nube cumulu nimbus.

Al caer la tarde, se revienta algo de trova; Silvio, Pablo, Aute, Filio, Alberto Plaza.. y me hace soñar horizontes imposibles. Ya entrada la noche, DJ Cuore se pone muy mal; lee poemas de sabines con música de piano como fondo, y me ametralla con piezas de Ella Fitzgerald, Caetano Veloso, José Alfredo Jiménez, Peggy Lee, July London, Sinatra y Genaro Salinas. El tiro de gracias me lo da con el melancolico blues de Bernard Herrman. Me sumergo en el limbo onirico entre estrofas de canciones y poemas amorosos....

"¡Ay amor mío, que terriblemente absurdo es estar vivo,
hasta la madrugada en que trenes y gallos se despiden dolorosamente,
por la lejana montaña,
I cried a river over you,
two sweethearts, and the summer wind".

"Mi unicornio azul, ayer se me perdio,
Mansamente insoportablemente,
sufro al saber que el destino logró separarnos".

"Si pronuncio tu nombre
después de otra jornada y otra noche contigo,
Vamonos, alejados del mundo.
Vamonos, llorando una canción no aprendida;
Vamonos, llorando la hermosa vida".

A la mañana siguiente resucito, y todo empieza de nuevo. DJ Cuore empieza transmisiones con su discurso acostumbrado: "Sintonizas... Radio Corazón, la frecuencia de tu vida, el pulso de tus anhelos, imposible escaparte, viajamos en el mismo tren; compartimos un destino, inevitable intentar no escuchar la voz de tu conciencia".

lunes, 28 de julio de 2008

L´amour


Del silencio de este Amor amor-dazado,
clama por tu corazón Amor-tajado
mantiene mi espiritu Amor-atado,
se libera este Amor Amor-didas,
porque te Amo a Amor-ir.

En todos los caminos lo he encontrado,
dejando al mio esperanzado;
mis ojos no te han olvidado.
Ven y cura las heridas;
sin ti yo no quiero vivir.
Suena la balada errante
en el camino distante.
Encuentrame y dame el Amor de antes.
Que guardo tus besos en cofre de terciopelo y ante.
Siente las espinas de las rosas.
Dime las más hermosas cosas;
saca mi esqueleto de las fosas,
que ya no sea una tumba donde tu mirada posas.....
Ya atardece y no me gusta dormir solo.
Vuelan los hijos de Eolo.
Ya tu tibieza imploro.
Escucha mi sollozo, es que te lloro.

Entre el arcano y el eón,
la siniestra campana no repique;
Suene la balada de tu amante,
al ritmo de la caída de los petalos de rosa.

sábado, 26 de julio de 2008

El Titán


Creo que es hora de mostrarme tal como soy.
Ya me canse de este disfraz que me encontre abandonado
un día en un bosque lejano; un disfraz de Titán.

Es momento de ser tal como soy;
un niño renegado y travieso,
un niño enamorado de la luna, de las luciernagas,
un niño amigo de lo duendecillos;
buscador de tréboles de cuatro hojas (Y celoso tenedor de uno de ellos).
Un niño que se aburre fácilmente de las personas adultas.

El disfraz funcionó en su momento.
Sembre el terror, el miedo, el pánico.
Conquiste imperios, vencí algunos Dioses.
Destruí navíos, flotas enteras.
Falanges completas despedaze
con mis pesadas armas.
Mi espada partió castillos, volcanes.
Robé tesoros prohíbidos.
Me adueñe de bellas Princesas.
Mis flechas llegaron al sol.
Leviathan murio en mis manos.
Hice favores al viejo Mago.
Bebí sangre de Unicornios.
Más no fuí un Titán invícto;
me derroto el amor;
una flor ato para siempre mi corazón a su aroma.

Pero llega un momento de devolverlo todo.
los territorios, las princesas.
La fuerza, la fiereza y el trozo de gloria.
Dejo este armazón a tiempo.
Se estaba integrando a mi ser.
Se estaba comiendo a mi corazón.
Vuelve a ser una coraza herrumbrosa.
Lo dejo en el lugar donde lo encontre;
este mundo que es un bosque.
Hoy vuelvo a nacer. Me derrote a mi mismo.
El camino a casa es largo. Vuelvo a mirar las cosas con el alma.

Nada es absoluto, todo es relativo...


Iniciar un fin de semana levantandome a las cinco de la mañana, me cuesta trabajo acostumbrarme a ello, pero ahí vamos. es un reencuentro con la soledad, con el silencio. Debo replantear muchas cosas. Seguir deshaciendome de lo que me estorba para crecer interiormente. Caminar más. Bien solo. Lo disfruto tanto. Intentar alcanzar el horizonte; aunque sé que nunca lo lograré. Pero no me preocupa. Debo seguir adelante. Serenarme. Las cosas se ven más claras ahora. Tengo que pintar la casa.
¿Más café? No gracias, no lo acostumbro. ¿Refresco de cola?, es delicioso pero es un veneno. Ya no lo tomo. Un te está bien. Sí.
Mi coche, el Max II, necesita nuevos zapatos, ya le eche el ojo a unas bien chonchas. Vamos a volar baby y con nuevo estereo mp3, ¿Que tal? No. No me olvido de ti. ¿Y tú de mi? Bien. Ahora estás, y yo te lo agradezco. Sí, sé que no se debe agradecer lo que nace del alma. Pero dejame regocigarme de tu presencia sin perpetuar la especie.
Las rosas son mejores cuando se regalan en maceta. Nunca regalo rosas muertas. ¿Te parece bien en esta banca, frente a la fuente? Sé que no debo apretar tu mano cuando caminemos juntos. Lo aprendí hace tiempo. La lección fue dura y no necesite un repaso. Al menos de esa no.
El costo de la vida sube y sube. ¿Que vamos a hacer? Seguir adelante.
A veces se me olvida que la vida ha sido bondadosa conmigo. Necesito más paciencia. Sobre todo conmigo mismo. Anoche llovio, y tuve pesadillas. Aún extraño a mi perro. Ya no he soñado con él.
En cuanto empiezo a turbarme, bastan tus manos en mi frente. Sí, así. ¡Que paz! La próxima vez eliges tú el árbol. Sabes a vainilla. Haber que pasa. Feliz sábado corazón. Vas conmigo.

lunes, 21 de julio de 2008

sábado, 19 de julio de 2008

La canción de la lluvia


Ahora que el cielo se derrama en cachitos
no es necesario robarme un ser
angelical.
Creía imposible tal evento
remota era la esperanza
increiblemente
se suceden milagros. Sin
tener una pizca de fe
imaginabame
no
amado por Dios.

viernes, 18 de julio de 2008

La vida te da sorpresas



Madrugada del 16 de septiembre de 1996. Como nunca antes, acudí al grito de Independencia a la Plaza IV Centenario. Solo entre tanta gente verdaderamente la pase bien. Lo que más me gusto fue la pirotecnia. Lluvió a cantaros. El gobernador era Max Silerio.
Al acabar el evento abandone la plaza y la multitud por la calle 5 de Febrero caminando hasta llegar a la altura del Mercado Gómez Palacio, alguien que caminaba delante de mi se me hizo conocido. Efecivamente. Se trataba de Piolo; un individuo al cual le debía yo uno de los peores momentos de mi vida. Y una cicatriz en mi brazo derecho.
-Quiobo Piolo, ¿Te acuerdas de mi?-
-¿Eh?- me miro fijamente, -No te recuerdo-.
-Y si te enseño esta cicatriz ¿Si te acordarás?
-Subitamente sus ojos se abrieron, al momento que intento correr.

Lo alcance a tomar de la chamarra. Lo derribe fácilmente. Ahora los papeles estaban invertidos. Mi estatura es desde los 15 años de 1.80 cms. contra el 1.65 aproximado de Piolo. Se quedo enano. Le devolví el detalle de besar suelas. Lo arroje tres veces contra una cortina metálica de una ferretera. Le abrí la cara a golpes. Hasta se trago sus dientes. Finalmente se quedo tirado en el suelo. Mis puños iban llenos de su sangre. Doble por la de patoni hasta 20 de Noviembre. Un mariachi tocaba "El Son de la Negra". Aún me hervía la sangre.
No me jacto. Las venganzas no llevan a nada bueno. La tome, porque estabamos uno contra uno. Al menos para él, ahora si era más parejo el asunto. Las cosas lo eligen a uno. Tampoco me arrepiento.

La bicicleta azul


Expiraba la década de los setentas. La radio lanzaba hermosas canciones, auténticos himnos de libertad. En un día de vacaciones, de aquellos que eran inmensamente largos, de mañanas nubladas, salí temprano de casa, acompañado de mi amigo Oscar dispuestos a explorar el jardín triangular. Nuestro “equipo” constaba de una cantimplora militar llena de limonada, un frasco de mayonesa lavado para recolectar bichos, mi navaja suiza de esas que traen hasta tenedor, una linterna con pilas de medio uso, y unos binoculares 12x50 del hermano mayor de mi amigo.

El jardín triangular no estaba muy lejano de casa, pero nos parecía un lugar sumamente misterioso por la cantidad de árboles frondosos que lo habitaban. Apenas llegamos al lugar, fuimos sorprendidos por una variedad de pájaros e insectos de todos los colores y formas. Mientras Oscar trepaba a un inmenso álamo, yo me dedicaba a recolectar hormigas, catarinas, orugas y un temible gusano quemador en el frasco preparado ex profeso.

Encaramado en la copa del árbol y con los prismáticos en una mano, grito –Hey Kike, se ve mi casa, se ve mi casa desde aquí, súbete-, no con poco esfuerzo logre trepar hasta medio tronco desde donde el tupido follaje de las ramas me impedía no solo mirar hacia las casas sino también perdí de vista el suelo. Aterrado y con más trabajos empecé a bajar del álamo. El frasco de insectos ya tenía nuevos dueños.

Cuatro muchachos mayores que nosotros ya se habían apropiado de la mochila y todo nuestro “equipo”. Piolo, el Chivo, Chaparro, y Escarpita destacaban por hacer manifiesta su crueldad con cualquier pretexto. El frasco de mayonesa se lo lanzaban uno a otro alejándolo de mis manos al intentar recuperarlo, Oscar descendió a toda prisa y de inmediato se planto frente a los rijosos exigiéndoles la mochila y el frasco, -esas cosas son nuestras, dénnoslas por favor- como única respuesta, escuchamos las risotadas de los sujetos, sin embargo la risa burlona del líder (por que será que los líderes son siempre los más siniestros), me hizo temer algo peor. De un fuerte tirón, Piolo le arrancó los binoculares que traía colgados del cuello trozando el cordel del cual pendían. Abriendo la mochila verde olivo fueron sacando uno a uno cada objeto y repartiendo el botín en nuestras caras. – ¿Que tenemos aquí? Una navaja. Son muy chicos para traer esto, se pueden hacer daño-, al tiempo que agitaba la hoja principal de la Victorinox en el aire. –Una cantimplora, siempre quise tener una así-, se la empino y el líquido le escurría por las comisuras de los labios sin dejar de mirarnos.

El frasco de los insectos arrojado por el Chivo fue a estrellarse con una gran roca haciéndose añicos. La linterna corrió la misma suerte. Lo que quedo de ella, fue pisoteada con una siniestra polka de Chaparro. Mientras los secuaces le celebraban cada movimiento. –Bien escuincles les llego la hora, pónganse de rodillas-, lo hicimos verdaderamente asustados, Piolo acerco la suela de su zapato izquierdo a mi cara, -bésame los pies-, Oscar intervino poniéndose de pie, más no alcanzó a incorporarse, Escarpita y el Chivo le llovieron a patadas. Piolo lo escupió en la cara. -Pidan su último deseo- nos susurro en la cara.

Al acercar Piolo la navaja a mi garganta, por mero instinto levante el brazo derecho. El afilado perfil de la hoja me abrió una herida que empezó a sangrar profusamente. Los malhechores muchachos huyeron tan o más espantados que yo. Perdí el conocimiento. Cuando recobre la conciencia un viejo jardinero me sostenía en sus brazos. Un paliacate había parado la hemorragia. Con una manguera, y con mucho cuidado, lavo mi herida. –Sólo fue superficial, vivirás- y sonrió, dándome tranquilidad. – Esos chicos son malos, aléjense de ellos-. Camino a casa, todavía muy asustados, yo me sentía muy mal. Lastimado con mi propia navaja, humillado. Era el día más terrible hasta ese momento en mi vida. En una frutería nos sentamos a tomar un refresco, los dos del mismo envase. Ya con más calma, me dijo – ¿Cuál era tu último deseo? -, Una bicicleta, le conteste. ¿Qué? Dijo abriendo desmesuradamente los ojos. –Sí, una bicicleta, fue lo primero en que pensé-, contesté.

Al llegar a mi casa, un camión estacionado enfrente descargaba unos muebles nuevos, colgada de una de las redilas, una bicicleta azul nueva. La mire y no repare en ello. Mi asombro, fué ver que la descolgaban y la metían en mi casa. Mi madre me conforto y volvió a curar la cortada de mi brazo. No me regaño, pero me pidió que fuera más cuidadoso. Yo no le quitaba la vista a la Bimex azul ni un solo momento. –Tu padre decidió echarse esa deuda, así que cuídala mucho. Pero... pues sólo es niño una vez ¿No?-.

Estos sucesos extraños me sucedieron un día de agosto de 1979. Aún conservo la amistad de mi amigo Oscar. La bicicleta azul fue mi compañera de muchas aventuras, hasta que mi estatura no me permitió usarla. Termino sus días en casa de mis sobrinos repintada de color rojo. La cicatriz en mi brazo derecho, cada año, se hace más pequeña.

jueves, 17 de julio de 2008

A Queen for a King



"The night seems to fade,
But the moonlight lingers on
There are wonders for everyone
The stars shine so bright,
But they're fading after dawn
There is magic in Kingston Town

Oh Kingston Town,
The place I long to be
If I had the whole world
I would give it away
Just to see, the girls at play

And when I am king,
surely I would need a queen
And a palace and everything,
yeah And now I am king,
And my queen will come at dawn
She'll be waiting in Kingston Town

Oh Kingston Town,
The place I long to be
If I had the whole world
I would give it away Just to see,
the girls at play

And when I am king,
surely I would need a queen
And a palace and everything,
yeah And now I am king,
And my queen will come at dawn
She'll be waiting in Kingston Town...."

Sí, soy un guerrero


Sí, soy un guerrero
y soy bravo e imprudente
valiente e impulsivo.
Sí, soy un guerrero.
Amo mi espada
y el buen combate.
Sí, soy un guerrero
y respeto a mis oponentes
ofreciendo lo mejor de mi.
Sí, soy un guerrero
Conozco el miedo
y mis límites
y mis fronteras.
Sí, soy un guerrero
sé pedir perdón
cuando fallo.
Aprendí a callarme
y a marcharme.
Sí, soy un guerrero
reconozco en mi propio ser
a mi peor enemigo.
Algún día no tendre rivales.

Sí, soy un guerrero
y me equivoco
y fallo.
Me inclino ante un niño
o una flor.
Sí, soy un guerrero.
Sé llorar....
Aprendí a perder.
Camino entre sombras
amando a una rosa.
La más dulce derrota
me la infringe el corazón.



lunes, 14 de julio de 2008

Fuí feliz




El bosque entero me pertenecía. Adoraba echarme bajo la sombra de los árboles a comer frutos hasta el hartazgo. Beber agua fresca del riachuelo hasta reventar. Trotar con los animales, por los inmensos verdes campos. Jugar carreras contra el Unicornio, y vencerlo.... eso era diversión; si señor. Imitar a los pájaros con mi fluta de juncos. Dormir la siesta en algún rincón.

Hasta que una mañana te ví, desnuda en el lago. Yo no sabía que existiera creatura tan bella y delicada. Con una cabellera tan hermosa y unos racimos tan seductores. Hubiera sido mejor huir, escapar de ese lugar a toda velocidad. Tu mirada me desarmo y tu voz me hechizo. Era un canto extraño. Todo fue nada, mi mundo fue nada. Me perdí en ti. Cuando desperte ya no estabas. Aun tenía tu aroma en mis manos, en todo mi cuerpo.

Los animales me buscan en vano. Mi flauta me parece aburrida y fea. Detesto este bosque. Me faltas tú. A veces corro hasta intentar atrapar el sol. Supe que tenía corazón hasta que lo eche de menos. Dicen que me volví de piedra. Que me volví loco, viejo y amargado. Yo todavía los escucho.

Fue lo más dulce lo que de tus labios probé; y que amargo es recordarlo. Extraño mi vida; la de antes de tí. Fuí feliz y no lo sabía.

viernes, 11 de julio de 2008

Yo soy


Yo soy la salud
Yo soy la voluntad
Yo soy el control de mi ira
Yo soy la felicidad
Yo soy la abundancia
Yo soy la Paz
Yo soy la tranquilidad
Yo soy el esfuerzo
Yo soy la honestidad
Yo soy la Fuerza moderada
Yo soy la ternura
Yo soy la seguridad de mis padres
Yo soy la calma de mi hogar
Yo soy el centinela de mi Alma
Yo soy la quietud
Yo soy la contemplación
Yo soy el silencio
Yo soy el riachuelo
Yo soy el canto del pájaro
Yo soy la piedra
Yo soy polvo de estrellas
Yo soy la arena
Yo soy el mar
Yo soy el amanecer
Yo soy el Amor.

Uno con el viento
Uno con la lluvia
Uno con la montaña
Uno con el animal salvaje
Uno con la abeja
Uno con mi Alma
Uno contigo
Uno con el que me daña
Uno con el águila
Uno con las nubes
Uno con lo que odio
Uno con lo que olvido
Uno con lo que perdono
Uno con lo que vivo
Uno con lo que enfrento
Uno con lo que sufro
Uno con lo que fue
Uno con lo que está
Uno con lo será
Uno con el Universo
Uno con mi creador
Uno es Uno.
y Uno no es dos.

Yo soy tú. Tú eres yo.
Dios tiene tiempo para ser los dos.
Yo soy.

viernes, 4 de julio de 2008

Sí, soy poeta


Soy poeta y disfruto las manifestaciones de la belleza, en donde quiera que haya decidido posarse. En una fuente de cantera en un jardín escondido, en una estatua enmohecidamente melancólica, en una vieja canción recordada en labios de un mudo, en una antigua plegaria musitada más allá del dolor, en una canción de cuna en noches de implacable fiebre, en el rumor del viento, en mi soledad tan tierna, por que yo la busque; en la labor cotidiana de las hormigas, en los ojos de los enfermos, en un coche herrumbroso, en el vuelo de la libélula, en el canto de los pájaros, en el esfuerzo del colibrí, en el silbo de un viejo, en la luz de la luciernaga, en la lluvia que pone a cantar todas las cosas; en cada puesta de sol. En el amor terreno que se esconde, y en el mejor de los sonidos; mis pasos solitarios.
Soy poeta y sólo yo lo sé. El Universo entero hace poesía para mis ojos, mis oídos, mis manos, mi olfato, mi gusto, y para mi corazón la hago yo. Mi alma, dejo en versos Dejá Vús tirados por ahí; yo los encuentro y ella los reencuentra y es hermoso.
Soy poeta desde el vientre de mi madre. Desde el primer hilo de luz que alimentó mi ser. Por eso, aunque pequeño, mi sombra es la de un gigante. Tengo permiso para interrogar estrellas. En mi voz canta la vida. Mi corazón toma alas de Fuego. Mi ánimo es más duro que el cuarzo cuando soy poeta. Las letras vienen a mí sin llamarlas. Recorro la vera del río de letras y pesco poemas y canciones enteras.
Soy poeta y tú quizás lo sepas, lo imagines o lo supongas. Y es fántastico pensar que piensas en mí. Con eso me doy por servido.

jueves, 3 de julio de 2008

Ladies & Gentlemens: The Princess


Es maravilloso saber y sobre todo sentir el hecho de que todo ser vivo esta hecho de las dos esencias que animan el Universo. Lo femenino y lo masculino. Ya sabes, en distintas culturas se las menciona con distintos nombres, el Ying-Yang, negativo y positivo, bien y mal, blanco y negro; entre otras cosas.


Por que eso es y más nada. Una maravillosa sospecha, con innumerables experiencias todas ellas compartidas por tantas corrientes de pensamiento como ya dije arriba. Por lo tanto, no me sorprende ni me espanta saberlo. Sentirlo, he ahí la clave del asunto. Sentir guarda una gran y abismal distancia con saber. Citemos un claro, rápido y sencillo ejemplo: A tí te pueden platicar, dar una conferencia impresionante sobre el sabor de una pera; pueden mil poetas hacer ensayos sobre su sabor, iluminados hablar de su aroma, filósofos escribir tratados que aborden la pera y sus beneficios. Pero nada de lo anterior se compara al hecho de que tú pruebes la pera, y que sientas su sabor granuloso, su néctar, el sonido que produce la mordida. ¿Ves la diferencia?


Siempre lo imagine. Lo supuse. Lo sabía, era cierto. Mi alma es Mujer. Soy lo suficientemente Hombre para reconocerlo. Es algo más allá de el famoso lado femenino, que es una idea o aproximación bastante remota de este pedazo de verdad. ¿Será que aquellos conectados con su esencia femenina, o como quieras llamarla, son quienes logran captar las vibraciones del universo y de los que ahora están incorporeós? Por que al final somos energía. El conocimiento no se pierde. Permanece en la memoria cósmica, aguardando ser llamada, invocada, solicitada o captada. Estar en contacto con nuestras esencias es despertar a experiementar más que saber. Es abrir los ojos del alma, es ver lo que nos une a todos los seres vivos. Es algo que siempre ha estado allí, frente a nuestras nariz. Las olas del mar, las curvas de las manzanas, las flores, el viento, todo lo cantaba.

Ahora que he aclarado este punto, no sin pocos rodeos, ya que no es sencillo; procedo a explicar que mi alma es visible pero se deja mirar sólo cuando le da la gana. Y es tan visibile como cualquier persona. Eso si, sólo yo la veo y escucho. Aunque salga de mi cuerpo estamos unidos por un nexo fabuloso: Un delgado hilo plateado de extension infinita. Lo mismo diez centimetros que tres mil kilómetros, o más si es necesario. ¿Me estas siguiendo? Bien.


Esto es muy reciente, Debes saber que esta señorita, tiene carácter y personalidad propios. Es fina y sutil como una pluma de ave al viento. Tenemos muy pocas cosas en común. Y cuando se da la mágia, generalmente de manera espontánea, la miro haciendo berrinche, celosa, oliendo las rosas del jardín, o paralizada cuando hago algo que no le agrada. Pero ella no es jueza, ni fiscal, ni rencorosa y al cabo de unos segundos se le pasa. Le encanta cuando abrazo un árbol y cuando juego con un niño. Sabe el número de mis cabellos, los ha contado 2 veces.
Lo mismo me abraza tiernamente o me ignora olímpicamente. Ayer me dijo que la he hecho desternillarse de risa cuando busco mis llaves o cambio un neumático. Sé de sobra que soy un tipo que falla en la metodologia y que siempre o casi siempre hago mal las cosas; pero de eso a que tu propia alma se ría de tí y saberlo, ¡Vaya lío!


Es necesario dejar aclarado esto: Soy Heterosexual. Si fuera joto maricón, no tendría reparo en aceptarlo. Soy Hombre. Además, mi Mamá me puso chambrita azul cuando nací. Mención aparte, respeto a los Homosexuales dignos y de bajo perfil. La sexualidad de la gente es para mi algo tan respetable, privado e íntimo como elegir el color de los calcetines cada mañana.
El lugar perfecto para esconder algo, es frente a nuestros propios ojos. Después de todo la Princesa no estaba tan lejos. Va conmigo en este viaje cósmico y etéreo. Mis hechos negativos apagaban su voz y separaban su presencia, pero siempre estuvo vigilante de mi. Somos uno, ella y yo. La unión es mágica y hermosa. Nada nos puede separar.


miércoles, 2 de julio de 2008

Alma Viajera


Puedo estar en mi trabajo, pero mi mente está lejos. Explorando una montaña, vagabundeando en una ciudad europea, en Kokomo tomando una cerveza y asando pescado, o sabra Dios donde. Que mala jugada. Mientras, el pobre de mi cuerpo debe sacar la tareas pendientes, y todo con una sonrisa de oreja a oreja. Mi alma es viajera frecuente de Aerolíneas Astrales, ha acumulado kilómetros a lo pendejo. Se larga sin pedir permiso y me deja convertido en un autentico desalmado. Pretexto perfecto para justificar mis desvaríos. Pero no. El remordimiento siempre pide, puntualito, su ración de lagrimas.

"Aerolíneas Astrales anuncia la llegada de su vuelo 347 desde Kingston, Jamaica, por la puerta 3". Y baja aquella, toda bronceadita, relax, en sandalias, con mi misma sonrisa de oreja a oreja pero toda suya, con un equipaje repleto de souvenirs, experiencias y consejos ancestrales que ya compartiremos contigo. ¿Con quien diantres habra platicado?

El ombligo de la semana


Miércoles 2 de julio 2008. Anoche la lluvia me desperto. Me levante muy tarde. Todo de prisa. El tráfico de autos. Llegar al trabajo barrido. De vuelta a la realidad. No recuerdo bien que soñe. Pero soñe. Siempre sueño. Tiempo atras, anotaba lo que soñaba en un libreta. "Bitácora de Sueños", la nombraba. No se ni donde quedo. Clara metafora del lugar donde quedaron también todos mis sueños y mis anhelos. Por ahí, perdidos en cualquier rincón.
Siempre huyo de los compromisos. Las fiestas y reuniónes me desgastan. Prefiero estar solo. Al final uno termina por acostumbrarse a quedarse en casa y que los demás descansen de uno. Y uno de ellos. No hay nada como tener el control absoluto del control de la T.V. Sin ruidos, sin interrupciones ni sobresaltos. Que caiga la madrugada lentamente.
Es miércoles, el ombligo de la semana. Nada viene al caso, es cierto. Ni yo. Debo relajarme y no pensar tanto en lo que no tengo. Quiero hablar de cosas reales, tangibles. Y empezar de nuevo hoy que es Miércoles.